miércoles, 30 de mayo de 2007

EVOLUCIÓN DE LAS HINCHADAS DE FUTBOL

Cómo eran las hinchadas a comienzos de la decada del 30 ?? Cómo fue su evolución??
Si querés saber cómo fue ese cambio, cuéles fueron y son las canciones con mayor influencia...
Escuchalo y sorprendete:




Aunque lamentablemente a veces las evoluciones no son tales, y muchos de los protagonistas sufren las consecuencia...
Escucha un informe sobre las amenazas a los jugadores:


domingo, 20 de mayo de 2007

TODO VALE, EN EPOCA DE CAMPAÑA...


Si bien sabemos que en época de campaña, el paisaje de la ciudad se tiñe de carteles que publicitan a uno u otro partido político, este año la pelea electoral por la ciudad ha trascendido fronteras. Hoy las imágenes no sólo evocan a políticos del presente sino que hay quienes también se aferran a los del pasado, a aquellos que por estos días descansa en paz.
Este fue el caso de los afiches publicitarios de Jorge Telerman, actual jefe de Gobierno, quien parece estar invirtiendo gran dineral en su campaña política para ganar y obtener el trono.
En los afiches, la imágen del fallecido dirigente socialista, Alfredo Bravo, acompaña una acusación hacia el kirchnerismo: "Tenemos memoria. Recordamos cuando el kirchnerismo le robó su banca de senador". El soporte gráfico lleva el escudo del Partido Socialista y el apoyo al actual jefe de Gobierno porteño: "Los socialistas votamos Télerman".
La última hazaña de Telerman, motivó el repudio de su viuda, Marta Becerini de Bravo, del ex diputado nacional Héctor Polino y de su compañera de fórmula en las elecciones del 2001, la cantante Susana Rinaldi. Fueron ellos quienes organizaron una conferencia de prensa en Capital Federal para salir a desligar su figura de los afiches y repudiar la manipulación de la memoria.
Habría que ver si quienes hoy se cuelgan de la imágen de Bravo con fines electorales, lo han apoyado en tiempos pasados. Eso parece no importar.
El vale todo sigue reinando...a pocos días de los escrutinios en Capital Federal.

CRIMEN FAMILIAR EN CABALLITO

Macabro. espeluznante, trágico, injusto, impensado, irracional, demente son las palabras que cualquier ser humano puede usar para describir lo que le sucedió a una familia del Barrio de Caballito.
Un hombre mató a su ex esposa y su hijo de 4 años en un departamento y horas más tarde se suicidó arrojándose desde el balcón de un hotel de la zona de Chacarita tras asesinar de tres balazos en la boca a su otra hija, de 6 años, con la que había fugado. El caso, tuvo como protagonista a Gabriel Hernández, un hombre de 34 años, quien tendría antecedentes de problemas psiquiátricos, estaba separado hace dos años de su mujer y actualmente se encontraba desocupado.
Según se descubrió después, Hernández habría dejado cartas para explicar las causas de su decisión. En una de esas esas, el autor de la masacre adelantaba que las "víctimas" del drama iban a ser "cuatro", y daba a entender que tanto los homicidios como el suicidio respondieron a un plan premeditado.
Las victimas de la locura de este hombre fueron a parte de él mismo, dos criaturas de 3 y 6 años y una mujer, que debieron pagar con sus vidas la insania de alguien que pertenecia a su nucleo más intimo.

jueves, 3 de mayo de 2007

LA BATALLA DE LAS SUPERFICIES

Tener la posibilidad de ver a los dos mejores tenistas del planeta frente a frente aunque jueguen sobre el empedrado de la calle Defensa del barrio porteño de San Telmo genera siempre un atractivo especial. La idea (acertada, por cierto) de que es un partido que uno no se puede perder.El Miércoles 2 de Mayo, Roger Federer y Rafael Nadal hicieron historia. Jugaron “La Batalla de las Superficies”. Un partido exhibición pero que los dos jugaron muy en serio. Fue fuerte el impacto de prender el televisor y ver una cancha de tenis bicolor.De un lado, polvo de ladrillo (o tierra batida). Del otro, césped (o hierba). Aunque en este caso no era ni césped ni hierba. Era “golf grass”. Esto generó una enorme desventaja para aquel que le tocara defenderse sobre la hierba improvisada porque la pelotita picaba para cualquier lado. Nadal supo aprovechar muy bien su juego cada vez que estuvo sobre el polvo de ladrillo y se defendió como pudo cuando le tocó cruzar a la hierba. Mientras que a Federer le llevó casi medio partido poder afianzarse sobre la que a priori era la mejor superficie de las dos. Una vez que pudo encontrarle el punto, el partido estaba para cualquiera y se definió en un apretado tie break en el tercer set a favor del español Nadal. Pero aunque jugaron en serio hubo tiempo para algunas perlitas. Los chistes entre Nadal y su compatriota Moya (sentado en la platea). Federer demostrando que no solo es bueno con las manos sino también con los pies. Y hablando de los pies, el cambio de calzado ante cada cambio de cancha fue algo bastante raro de ver.La idea de “La Batalla de las Superficies” fue del publicista argentino Pablo Del Campo. Ojalá se pueda repetir a modo de exhibición entre el ganador de Wimbledon y el ganador de Roland Garrós. El show está garantizado.

martes, 1 de mayo de 2007

EL MEJOR DE TODOS LOS TIEMPOS


El 21 de marzo de 1960 nacía en São Paulo (Brasil) Ayrton Senna da Silva, piloto de carreras considerado unánimemente como uno de los mejores sino el mejor de todos los tiempos. Una vida siempre ligada al deporte motor, un hombre que supo ganarse el afecto de la gente y el respeto de los más rigurosos críticos de la materia. Un talento dotado de un manejo que hacía todo fácil y que le permitía ser el mejor en cualquier lugar. Un encantador de chicos con una sonrisa joven; todo un héroe moderno...
El año 1994 comenzaba para Senna con dos poles y dos abandonos en Brasil y Pacífico, mientras que su oponente Michael Schumacher con un Benetton se imponía en sendas competencias. Sin embargo, el próximo episodio - el final - sería en San Marino. Las cosas se iniciaban complicadas con un grave accidente en los ensayos del viernes de Rubens Barrichello, y continuaban trágicamente con el fatal desenlace de Roland Ratzenberger el día sábado. El brasileño, visiblemente preocupado, presintió algo malo pero a pesar de todo se presentó para la competencia. Partió desde la pole, y fue en la séptima vuelta cuando en la curva de Tamburello dejó este mundo, el impactó del Mc-Laren contra el paredón fue letal, nada más había para hacer pese a que los paramedicos intentaron hasta lo imposible para revivirlo. Muchas cosas se dijeron desde aquel 1° de mayo de 1994, desde que la culpa fue de los mecánicos hasta que hubo una imprudencia del piloto, nada de eso importa. Brasil lloraba y no ocultaba su tristeza. El Mundo tampoco.


VOLVER A CASA


Día histórico para el Deportivo Español: el “Gallego” podrá volver a jugar en su propio césped, en su propia cancha. Después de una quiebra, descensos y demasiados desajustes económicos, el equipo de la colectividad tuvo una alegría que fue festejada más fuerte y con más satisfacción que un grito de gol. Las instalaciones y el Estadio “Nueva España” volverá a manos de la institución después de más de 1.400 días.
Lejos de la gloria futbolística de la década del ¨90 , Social Español – tal es su nombre en la actualidad – juega en la tercera categoría del fútbol argentino, la Primera B Metropolitana. Y hace más de cuatro años que no juega de local en su propia cancha, ya que desde el 14 de Abril del 2003, ante Juventud Antoniana de Salta y por la Primera B Nacional, Español jugó de prestado. Ya sea en la cancha de Comunicaciones o de Ferro, Español era siempre visitante pese a la condición de local nunca se sintió como tal.
Aquella madrugada del viernes 12 de Octubre de 1956 se firmó el acta de fundación del Club Deportivo Español de Buenos Aires y en la tarde del Lunes 30 de Marzo de 2007 la Corporación Buenos Aires Sur ganó la licitación sobre los terrenos y así el club podrá disponer de parte de las 18 hectáreas y del Estadio Nueva España. Dos fechas que serán recordadas en todos los hinchas del “Gallego” durante la eternidad.
Luego de más de 1.400 días, el sueño gallego se vio realizado y hoy es una realidad. Merecido premio para toda esa gente que la luchó desde aquel Viernes 30 de Junio del 2000, el día de la clausura de las instalaciones ubicadas en el Bajo Flores, y para todo aquel simpatizante que siguió esperanzado en que en algún momento esto que sucedió iba a suceder. Solo tres palabras definen el sentimiento de toda una familia española: VOLVER A CASA.

Aspectos históricos de la histeria femenina

En la época de Hipócrates de Kos (siglo V adC - siglo IV adC, el padre de la medicina moderna), se proponía que el útero era un órgano que se desplazaba por el interior del cuerpo. A este desplazamiento se le atribuían los trastornos sintomáticos, esto es, la sofocación o las convulsiones.
La etimología de la palabra recoge, por tanto, esa idea: la histeria como una enfermedad del útero y, por lo tanto, propia de la mujer, que causa trastorno en el comportamiento psicológico.
A lo largo del siglo XIX y desde hacía cerca de mil años atrás, los médicos trataban a sus enfermas por medio de masajes de clítoris hasta que conseguían alcanzar el orgasmo, momento en que aplacaban su mal. A partir de 1880 los casos se fueron multiplicando convirtiéndose en excesivos.
Durante la década de 1890, época en que hubo una epidemia de histeria, los médicos creyeron encontrar el medio efectivo para calmar la enfermedad: el uso de vibradores y consoladores; desde antiguo se conocía el mal suponiendo que todo partía de lo que los griegos llamaron útero ardiente debido a la ansiedad de las mujeres, su estado de irritabilidad, las fantasías sexuales y, sobre todo, una excesiva lubricación vaginal. Lo achacaban al estado de frustración en que se encontraban.
Al ser una enfermedad, las mujeres acudían periódicamente a recibir tratamiento médico, dándose así por aceptada la práctica y encontrando en muchas ocasiones en la consulta lo que no conseguían en su casa.
En la actualidad ha quedado descartada esta postura, considerándose que no existe relación alguna con el útero ni que es una entidad exclusiva de las mujeres.

Fuente: wikipedia.org

Mi tío abuelo, Jacobo Chester

No tengo muy en claro cuándo me dijeron que tengo un familiar que está desaparecido, víctima del golpe de Estado de 1976. Se llamaba Jacobo Chester y era el único hermano de mi abuelo.
El primer recuerdo que me viene a la cabeza fue el de mi mamá contándomelo y yo preguntándole por qué se lo habían llevado. La versión de mi madre fue que una noche llegaron al hospital algunos guerrilleros heridos y él los atendió. Pero pocas veces más hablé del tema con mi familia: de cómo lo secuestraron, por qué, cuándo. Tal vez haya sido porque no me animaba a preguntar por temor a sensibilizar a mis abuelos, a mi mamá o a quién le podría haber tocado mi pregunta. Tal vez era que me consideraban muy chico o que no me iba a importar. En fin; ahora sí lo sé, porque me lo contaron.
Con motivo de la realización de esta nota, entrevisté, aunque suene raro, a mi abuelo. Cuando le comenté de que se trataba la idea, me contestó, ante mi sorpresa: “Cuando quieras”. Lo cité en un bar del barrio de Villa Crespo y sin ningún tapujo empezamos a hablar.
La experiencia de la entrevista fue extraña. Por un lado estaba enfrente de mi abuelo, Pedro, al que conozco desde siempre, pero a la vez era mi entrevistado, el hermano de un desaparecido. Me dijo que le preguntara lo que se me ocurriese y que me iba a contestar sin compromisos. Era raro.
Mi abuelo me contó que su hermano trabajaba en el hospital Posadas, en Haedo. Que lo secuestraron en su casa, a 15 cuadras del hospital, delante de su esposa Marta y de su única hija, Zulema, que en ese momento, el 24 de noviembre de 1976, tenía 12 años. Me dijo que el testimonio de Zulema lo puedo encontrar en el libro que hizo la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), Nunca Más. En el libro iba a poder saber, por qué se lo llevaron (una de las tres versiones que pude encontrar), en el testimonio que brindó, durante el juicio a las Juntas Militares, una compañera de Jacobo en el hospital, la enfermera Gladys Cuervo. Mi abuelo me dijo que un militar estaba manoseando a Cuervo en un baño y que Jacobo la defendió, a lo que el militar le dijo con total impunidad: “Pelotudo, sos boleta”. Al día siguiente lo “chuparon”.
A partir de ahí la historia es conocida: Hábeas Corpus para mi abuelo un “recurso de rigor” en estos casos; recorrido por el Ministerio del Interior, comisarías, hospitales. Y los resultados también son conocidos; mientras los familiares esperaban alguna respuesta de parte de las instituciones, recibían el “consuelo” de los empleados de que eran los únicos en la misma situación. Cinismo puro.
Un día de 1977, mi abuelo no puede precisar cuál, a las 7 de la mañana, un subteniente, eso sí es preciso, le llevó un documento con el membrete del Ministerio del Interior, que decía que encontraron un cuerpo en el río y que tenía que reconocerlo. Era el de Jacobo. Estaba atado con alambre, pies y manos. Lo encontró la Prefectura, en Olivos; pero no se lo dieron.
También con la excusa de realizar esta nota, me encontré con la hija de Jacobo, Zulema. La experiencia fue muy similar. Cuando la llamé para acordar una entrevista, me respondió igual que mi abuelo: “Cuando quieras”.
Zulema me recibió en su departamento. Con la misma o tal vez con más soltura que la de mi abuelo para hablar del tema, empezó a contarme cómo es para ella tener a su padre desaparecido. Y aclara, “Desaparecido, no me hago cargo de que esté muerto porque los asesinos no fueron juzgados y hoy están libres”.
Mientras que su hijo Ariel, de tres años, toma la chocolatada y despedaza unas madalenas, Zulema me cuenta la vida que hacía su padre. Trabajaba de lunes a viernes por la mañana en la Capital Federal y los viernes y sábados por la noche en la guardia del hospital, algo que, según ella, a él le encantaba.
La última versión que tengo sobre el por qué del secuestro de Jacobo fue que él vio a un “swat” llevarse las pertenencias de una persona que estaba internada de la enfermería y envió un informe a la administración.
Los “swat”, me cuenta Zulema, eran un grupo parapolicial que creó el coronel que intervino el hospital para mantener el “control y el orden” o mejor dicho, imponer el terror y crear la política del silencio. En su mayoría, los “swat” eran ex miembros de las fuerzas de seguridad, exonerados por mala conducta o mal desempeño. En pocas palabras: lo peor de lo peor. Ellos, recuerda, fueron los que entraron en su casa a las 4 de la mañana, la noche en que secuestraron a Jacobo. Ellos, empleados del hospital. Los mismos que se cruzaba por los pasillos cuando iba a visitar a su padre o a su madre, que también trabajaba allí, en la farmacia.
La explicación de por qué se llevaron a mi tío abuelo, Jacobo Chester, la estuve buscando en mi mamá, su sobrina; en mi abuelo, su hermano; y en mi prima segunda Zulema, su hija. Los tres me contestaron cosas distintas, pero coincidieron en que ninguno estaba seguro de la razón. Él no tenía militancia política, era apenas “simpatizante” de la UCR; era un tipo completamente altruista y muy amigo de sus amigos; era un padre de familia. Me cuesta hacer esta pregunta, como si realmente hubiese un motivo válido o legítimo de por qué “chuparon”, torturaron y asesinaron a 30 mil personas. Entre ellos a Jacobo Chester, mi tío abuelo, papá, hermano, tío, hijo, trabajador, hincha de Racing, radical, amigo de sus amigos.
Pareciera que preguntando “por qué” estuviese justificando el secuestro; como decía la propaganda de la máquina de exterminio nazi, de Joseph Goebbels: “Mate a un judío y a un ciclista”. O preguntando “por qué” justificase la propaganda de la máquina de exterminio del gobierno militar: “El silencio es salud” o “por algo será”.
Ahora entiendo. Para esos tipejos que hicieron lo que le hicieron, no hay perdón que valga, de nadie.